Hoy, 26 de Septiembre, finalizo mi estancia en París y
vuelvo a mi hogar, Barcelona.
He pasado una gran semana en esta ciudad
ya que he tenido la oportunidad de aprender cosas que no sabía y también
he podido disfrutar un maravilloso día en Disneyland París.
Después de desempaquetar las maletas y de haber descansado
en el hotel, el día siguiente fui a la Torre Eiffel y me subí a lo alto
para disfrutar de las vistas desde la altura; el día seguido fui a ver
obras famosas al Louvre y aprendí cosas que no sabía sobre ellas y sus
artistas; después, el siguiente día visité Notre Dame y ahí vi la
catedral que siempre quise ver desde pequeña; el día a continuación fui a
ver Montmatre, donde aprendí mucha cultura e historia; finalmente, ayer
fui a Disney, mi lugar más soñado de este viaje, me lo pasé de
maravilla ya que pude gozar de todas las atracciones y espectáculos de
mi agrado.
Esta mañana me he despertado a las 9:30, con descanso
suficiente. Me vestí y bajé al bar del hotel a coger un desayuno rápido
porque quería tener tiempo suficiente para llegar a la hora de
comer a Barcelona. Hacía un día un poco nublado, pero esperaba que no
lloviese y pudiese regresar a mi casa sin problemas ya que, a las 13h, tengo
una comida con toda mi familia incluyendo los que vienen de América, lo
cual hace la quedada aún más interesante.
Después del desayuno, cogí una bolsa con las cosas que no
tenía empaquetadas (móvil, ordenador, pijama...) y la puse donde las
otras maletas.
Pasados unos minutos, después de esperar un taxi, éste me
llevó sin retraso alguno al aeropuerto. Una vez en el aeropuerto, esperé
mi vuelo de las 11h.
En el avión, 30 minutos pasados ya, mientras escuchaba
música, oí a la señora del altavoz hablar, aunque la pude escuchar con
escasez. Decía que iba a haber un retraso por el mal tiempo, en ese
momento no me podía creer que fuese a llegar tarde. El avión se desvió y
paró en el aeropuerto más cercano posible.
Estuve esperado durante una hora y ninguna noticia. Si
seguía así, entre desempaquetar las maletas, prepararme para el evento e
ir a casa de mis padres, iba a llegar tarde.
Finalmente anunciaron, después de hora y media, que el
tiempo apenas había mejorado pero lo suficiente para poder seguir con el
vuelo. Aliviada de que no tuviese que esperar más, me apuré dentro del
avión y seguí escuchando música.
Llegué al aeropuerto de Barcelona a la 13:30 y obviamente
ya llegaba tarde. Intenté llamar a alguien de mi familia pero nadie
contestaba así que dejé de insistir y me apuré en pedir un taxi y llegar
a casa para poder prepararme a toda prisa.
Bajé corriendo del taxi y corrí una manzana hasta que
llegué a mi casa. Cogí las llaves y al abrir estaba todo igual a como lo
había dejado cuando me fui.
Dejé las maletas en la entrada, y rápidamente subí a darme una ducha y prepararme.
Al llegar todos hablaban animadamente y apenas parecía
presente el hecho de que hubiese llegado tarde, así que saludé a todos y
me acoplé en la mesa.
Pasé toda la tarde así, hablando con familiares: primos,
tíos, abuelos, etc. Cuando anocheció nos despedimos todos y cada uno se fue a casa por su cuenta.
Llegué y nada más ponerme mi pijama y caer en la cama, me dormí llena de este día.Anna Mei